"Una mañana todavía fría de marzo bajaba por la calle de Odeón ...
Foto: MBI
La atmósfera de Léon Paul Fargue era toda París, pero especialmente, en esa época. Montparnasse y Saint-Germain-des.Prés. En los años treinta ese "burgués-bohemio" vivía en el hotel Metropolis, y sus amigos podían encontrarlo todos los días en la brasserie Lipp... cuya decoración había sido concebida por su padre, que era ceramista, o en la terraza del café Deux Magots o del Flore. Se regocigaba contando a sus íntimos los últimos chismes de la ciudad. hablaba de sus contemporáneos con ingenio y una maldad notoria, mientras se lamentaba de no pertenecer ya a su tiempo.
París le pertenecía igual que él pertenecía a París. escribía acerca de París. Cuando era niño, Victor Hugo fue enterrado; de joven, Marcel Proust comenzó En busca del tiempo perdido, fue contemporáneo de Valéry, de Claudel, de Colette. Era contradictorio, egocéntrico, anárquico, burlón, noctámbulo, admirado y amado, pero también temido por no tener pelos en la lengua; vanidoso y modesto a la vez..."
Gisèle Freund "El mundo y mi cámara"